- Los aceites esenciales desprenden unas partículas volátiles que llegan al cerebro a través de los sentidos. Ahí activan emociones.
- Con muy pequeñas cantidades se consiguen acciones profundas.
De ahí su uso en la Antigüedad donde las herramientas de belleza eran limitadas. - En tu piel, modulan la inmunidad y equilibran sus funciones. Con ello consigues una tez más sana y radiante.
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